Vitamina C: naranjas y mucho más. Comprar naranjas
Hay frutas y verduras que cubren de sobra las necesidades diarias que tiene el cuerpo humano de ingerir vitamina C. La referencia es la naranja, pero muchas otras superan con creces las que aporta esta sabrosa fruta tan nuestra. Comprar mandarinas
Son las siete de la mañana y acaba de exprimir unas sabrosas naranjas para usted y demás habitantes de la casa. Se bebe su vaso, pero el resto anda medio dormido y todavía no han pasado por la cocina para tomar ese minidesayuno para desespero suyo. Está convencido que con los minutos corriendo, el zumo de naranja va perdiendo su capacidad nutritiva así como la imprescindible vitamina C, y más ahora en pleno invierno. Se pone nervioso. Pues ya puede relajarse porque no es así. Puede pasar una hora, tres, cinco o más horas y la vitamina C seguirá ahí. Además, aparte de la naranja hay otros alimentos que incluso la superan en cuanto a aportación de vitamina C. Uno de los más populares, el kiwi, llega a contener un 50% más que la naranja, por no mencionar la col de Bruselas o el perejil, que puede llegar a doblar y cuadruplicar esa cantidad, respectivamente. Comprar árboles
Pero vayamos por pasos. Ante la preocupación por la pérdida de las propiedades de la fruta recién exprimida, el dietista nutricionista Julio Basulto lo cuestiona. “Existe la creencia de que la vitamina C se pierde a gran velocidad una vez que se exprimen las naranjas. Pues no. Se mantiene perfectamente hasta 12 horas después de exprimir las naranjas”. Patricia Murphy, investigadora del departamento de Ciencias de la Alimentación y Nutrición Humana de la Iowa State University (EE.UU.), ya publicó en el año 2002 en la revista Journal of the American Dietetic Association, que si bien la vitamina C se oxida con rapidez si se deja el zumo de naranja a temperatura ambiente, la sustancia que se genera, denominada ácido dehidroascórbico, sigue teniendo las mismas propiedades de la vitamina C. Téngase en cuenta que la vitamina C se presenta en los alimentos de dos formas distintas: cómo ácido ascórbico y como ácido dehidroascórbico. Volviendo a la conservación de las propiedades de esta vitamina, Julio Basulto, que entre otros libros ha escrito Secretos de la gente sana (Random House Mondadori), recuerda que sólo en condiciones extremas, como calentar el zumo más allá del punto de ebullición se puede provocar una pérdida de esta vitamina. Por número de horas, asegura que se conserva “perfectamente en el zumo hasta doce horas, aunque el sabor puede volverse más amargo”.
Más o menos amargo, hay más alternativas a las naranjas para obtener vitamina C a través de los alimentos. Al menos, según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), las recomendaciones de ingesta de vitamina C se pueden cubrir fácilmente con una dieta saludable. Además de los cítricos como el limón y el pomelo, hay otras frutas como las fresas y las acerolas, así como el kiwi o la papaya. (Véase texto adjunto). También en los pimientos, la col de Bruselas o el perejil.
Tampoco se trata de atiborrarse. Sin duda hay unos mínimos necesarios que el cuerpo necesita. Pero también tiene un tope. En cualquier caso, según la Encuesta Nacional de Ingesta Dietética (Enide) del 2011 coordinada por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, en relación a la vitamina C se ingiere sin problemas las cantidades que precisa nuestro organismo, aunque no hay que bajar la guardia.
Qué cantidad
Leandro Plaza, presidente de la Fundación Española del Corazón, recuerda que es recomendable ingerir 60 mg de vitamina C al día en el caso de los adultos y entre 20 y 60 mg en el caso de los niños. Aunque estas cantidades pueden fluctuar. En EE.UU. el Instituto Nacional de Salud (NIH, sus siglas en inglés) distingue según sexo y circunstancias. Si son hombres recomienda la ingesta de 90 mg; en el caso de mujeres, 75 mg; si están embarazadas, 85 mg, y si están en periodo de lactancia, 120 mg. En el caso de ser fumador habitual se debería añadir 35 mg a los valores recomendados. Mientras que para niños, hasta los tres años 15 mg; de cuatro a ocho años, 25 mg; de nueve a trece años, 45 mg. Y los adolescentes, si son chicos, 75 mg, y si son chicas, 65 mg.
Como el cuerpo humano no puede producir vitamina C por sí mismo, necesita obtenerla a través del consumo de fruta y verdura. También la podría obtener tomando pastillas o cápsulas de vitamina C. Pero desde el punto de vista nutritivo, se insiste en la promoción del consumo de alimentos naturales como fuente de vitamina C, ya que está más biodisponible, por la sinergia que ejercen otros muchos compuestos del propio alimento como el ácido cítrico, que potencia la acción de la vitamina.
Tampoco se trata de tomar toda la vitamina C que sea posible. Un exceso puede causar diarrea, náuseas y cólicos estomacales. En las personas que padecen hemocromatosis, un trastorno que provoca una acumulación excesiva de hierro en el organismo, la vitamina C en dosis elevadas podría empeorar el exceso de hierro y dañar los tejidos del cuerpo. En general se recomienda que los adultos no sobrepasen los 2.000 mg de ingesta diaria.
Para qué
Es la única vitamina que carece de nitrógeno y esto ya es suficiente para que tenga un comportamiento diferente a las otras vitaminas. Su papel biológico específico se puede encontrar por sus propiedades antioxidantes. Actúa sobre todas las glándulas endocrinas, en especial la suprarrenal, estimula el metabolismo, es indispensable en la formación del colágeno (una proteína necesaria para la cicatrización de las heridas) y los huesos, exalta la fagocitosis y formación de anticuerpos, favorece la formación del tejido conjuntivo, mejora la coagulación sanguínea, normaliza la formación de adrenalina y mejora a las personas que sufren anemia, pues mejora la absorción del hierro y contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunitario.
Leandro Plaza, también asegura que a tenor de las últimas investigaciones, un nivel alto de vitamina C en el cuerpo reduce un 9% las probabilidades de sufrir insuficiencias cardiaca. “Popularmente siempre se ha relacionado la ingesta de vitamina C con la prevención de catarros y resfriados especialmente durante el invierno. Ahora, además, investigadores británicos y alemanes han descubierto que aquellas personas que poseen un nivel más elevado de vitamina C en el plasma presentan menos factores de riesgo cardiovascular y además tienen menos probabilidad de sufrir insuficiencia cardiaca. De hecho, una dieta rica en frutas y verduras se asocia a una reducción de la presión arterial, la inflamación sistemática y el estrés oxidativo”.
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores midieron la concentración de vitamina C en el plasma y registraron la prevalencia de insuficiencia cardiaca de un total de 9.187 hombres y 11.112 mujeres entre los 39 y los 79 años de edad residentes en el Reino Unido. Tras el análisis de los datos, observaron que el incremento de 20 umol/L de vitamina C en el plasma (lo que correspondería a una porción adicional de fruta o verdura) se asociaba a una reducción del 9% del riesgo de sufrir insuficiencia cardiaca. Leandro Plaza afirma que este estudio “abre una nueva vía de actuación para la prevención de la insuficiencia cardiaca ya que relaciona directamente la disminución de prevalencia de insuficiencia cardiaca con el aumento de los niveles de vitamina C en la sangre. El consumo de frutas y verduras también es beneficioso para el conjunto de pacientes con insuficiencia cardiaca en concreto, algo que hasta la fecha podía intuirse pero no se había demostrado de una manera científica”. Aún así, coincide con los investigadores en que “es necesario realizar otros estudios prospectivos para corroborar los beneficios de la vitamina C”.
En cuanto a la prevención y tratamiento de cáncer, el NIH apunta la posibilidad de que “quienes consumen gran cantidad de vitamina C al comer frutas y verduras corran menos riesgo de tener varios tipos de cáncer, como los de pulmón, seno y colon. Sin embargo, parece que tomar suplementos dietéticos de vitamina C, con o sin otros antioxidantes, no ayuda a prevenir el cáncer. No se sabe con certeza si el consumo elevado de vitamina C es beneficioso para el tratamiento del cáncer. Algunos estudios en animales y tubos de ensayo indican que los niveles muy elevados de vitamina C en la sangre podrían reducir los tumores. Sin embargo, se requieren estudios adicionales para determinar si altas dosis de vitamina C contribuyen al tratamiento del cáncer”.
Lo que sí está claro es que una ingesta insuficiente de vitamina C (menos de 10 mg por día en adultos), durante varias semanas pueden llevar a contraer escorbuto, algo que no es nada habitual en las sociedades desarrolladas. Sin alcanzar este extremo, tomar muy poca vitamina C puede causar cansancio, inflamación de las encías, pequeñas manchas en la piel de color rojo o violeta, dolor en las articulaciones o mala cicatrización de las heridas. Con todo eso, mejor disfrutar de la fruta, sin olvidar la verdura.
Propiedades II
Kiwi
Es de las frutas conocidas que más vitamina C aporta, además de potasio y vitamina E. Un fruto entero aporta de sobras la totalidad de vitamina C que precisa un adulto. Más o menos 84 mg por fruta. La luteína que lleva (un fitoquímico) puede prevenir el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y las cataratas.
Fresas
Una ración de ocho fresas contiene más vitamina C que una naranja. También son ricas en folatos, potasio, y fibra, así como en fenoles y antioxidantes.
Col
Hay más de 400 variedades, pero en general todas ellas son una buena fuente de vitamina C y fibra.. La col lombarda también contiene antocianinas, un fitoquímico que también se encuentra en los arándanos negros o la remolacha. El chucrut es una fuente excelente de vitamina K y C, así como de folato, potasio y hierro.
Naranja
Considerada la reina de los cítricos es una fuente excelente de potasio, mineral importante para la salud del corazón y de vitamina C, de la que proporciona el 130% de la cantidad diaria recomendada por naranja. También es una buena fuente de ácido fólico (vitamina B11), que ayuda a protegernos de las enfermedades cardiovasculares y de las anomalías congénitas. En cuanto a fitoquímicos son ricas en flavanona, un grupo especializado de la familia de los antioxidantes flavonoides que protegen contra un montón de enfermedades.
Limón
Además de la vitamina C es rico en vitamina A, folatos, calcio y potasio. Todos los cítricos son ricos en flavonoides, el antioxidante más común, que se encuentra en frutas y verduras y que se cree que bloquea las sustancias que provocan el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
Coliflor
Excelente fuente de fibra y vitamina C, así como una fuente de las vitaminas B biotina y folato. La coliflor contiene sulforafano, que ayuda al hígido a producir enzimas que bloquean las sustancias químicas cancerígenas que pueden perjudicar al cuerpo.
Pomelo
Además de la vitamina C, las variedades rosa y roja tienen 50 veces más carotenoides, que actúan como poderosos antioxidantes, que la variedad blanca. También es una buena fuente de potasio, calcio, y, en el caso de la variedad roja, de vitamina A.
Tomate
Cien gramos de tomate pueden aportar el 45% de las necesidades diarias de vitamina C de un adulto sano. También aporta vitaminas de los grupo B y E, y destaca su contenido en potasio, hierro, magnesio y fósforo.
Es de las frutas conocidas que más vitamina C aporta, además de potasio y vitamina E. Un fruto entero aporta de sobras la totalidad de vitamina C que precisa un adulto. Más o menos 84 mg por fruta. La luteína que lleva (un fitoquímico) puede prevenir el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y las cataratas.
Fresas
Una ración de ocho fresas contiene más vitamina C que una naranja. También son ricas en folatos, potasio, y fibra, así como en fenoles y antioxidantes.
Col
Hay más de 400 variedades, pero en general todas ellas son una buena fuente de vitamina C y fibra.. La col lombarda también contiene antocianinas, un fitoquímico que también se encuentra en los arándanos negros o la remolacha. El chucrut es una fuente excelente de vitamina K y C, así como de folato, potasio y hierro.
Naranja
Considerada la reina de los cítricos es una fuente excelente de potasio, mineral importante para la salud del corazón y de vitamina C, de la que proporciona el 130% de la cantidad diaria recomendada por naranja. También es una buena fuente de ácido fólico (vitamina B11), que ayuda a protegernos de las enfermedades cardiovasculares y de las anomalías congénitas. En cuanto a fitoquímicos son ricas en flavanona, un grupo especializado de la familia de los antioxidantes flavonoides que protegen contra un montón de enfermedades.
Limón
Además de la vitamina C es rico en vitamina A, folatos, calcio y potasio. Todos los cítricos son ricos en flavonoides, el antioxidante más común, que se encuentra en frutas y verduras y que se cree que bloquea las sustancias que provocan el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
Coliflor
Excelente fuente de fibra y vitamina C, así como una fuente de las vitaminas B biotina y folato. La coliflor contiene sulforafano, que ayuda al hígido a producir enzimas que bloquean las sustancias químicas cancerígenas que pueden perjudicar al cuerpo.
Pomelo
Además de la vitamina C, las variedades rosa y roja tienen 50 veces más carotenoides, que actúan como poderosos antioxidantes, que la variedad blanca. También es una buena fuente de potasio, calcio, y, en el caso de la variedad roja, de vitamina A.
Tomate
Cien gramos de tomate pueden aportar el 45% de las necesidades diarias de vitamina C de un adulto sano. También aporta vitaminas de los grupo B y E, y destaca su contenido en potasio, hierro, magnesio y fósforo.
David Grotto, portavoz de la Asociación Dietética Americana y fundador de Nutrition Housecall, autor de Alimentos que pueden salvarte la vida (Urano), sintetiza algunas propiedades de los alimentos que más vitamina C aportan. Son un regalo orgánico.
Acerola
Comparándola con la naranja, puede contener hasta 30 veces más de vitamina C. También es rica en carotenos, además de contener nutrientes como magnesio, vitamina B1, vitamina B2, niacina, ácido pantoténico y potasio.
Papaya
Sólo media papaya ya proporciona el 150% de la recomendación diaria de vitamina C. También es una buena fuente de vitamina A, potasio y fibra. Contiene carotenoides, principalmente criptoxantina, que pueden posiblemente aliviar la artritis reumatoide.
Berro
Además de aportar una dosis importante de vitamina C, destaca la cantidad de vitamina A, K y B9.
Col de Bruselas
Destaca por ser muy rica en fibra, minerales, vitaminas e hidratos de carbono. Entre los minerales prevalece el potasio, yodo y magnesio. Y entre las vitaminas, además de la C, algunas del grupo B (B1, B2 y B3).
Pimiento
Los pimientos, en especial los pimientos rojos maduros, constituyen una excelente fuente de vitamina C, llegando a superar a los cítricos y es uno de los alimentos con más proporción de vitamina C de uso común en todo el mundo. El pimiento rojo es la versión madura del verde, pero tiene el doble de vitamina C y once veces más betacaroteno. También es una fuente importante de vitamina B, flavanoides y capsaicinoides, fitoquímicos que ayudan a reducir las inflamaciones.
Perejil
Además de una importante dosis de vitamina C, también proporciona yodina, hierro y muchos otros minerales. Por su actividad fitoestrogénica se apunta que podría conferir propiedades anticancerígenas. En Turquía se usa como planta medicinal para tratar la diabetes y para mejorar el aliento.
Grosella negra
Tiene cuatro veces más vitamina C que la naranja. Cien gramos de esta fruta contiene hasta 200 mg de esta vitamina. También es una importante fuente de potasio, fósforo y hierro.
Guayaba
El nutriente por excelencia de la guayaba es la vitamina C. Es seis veces superior a la naranja. En menor medida, pero en cantidades relevantes, también contiene vitamina A y vitaminas del complejo B como la tiamina (B1), riboflamina (B2) y niacina (B3). Fuente
Acerola
Comparándola con la naranja, puede contener hasta 30 veces más de vitamina C. También es rica en carotenos, además de contener nutrientes como magnesio, vitamina B1, vitamina B2, niacina, ácido pantoténico y potasio.
Papaya
Sólo media papaya ya proporciona el 150% de la recomendación diaria de vitamina C. También es una buena fuente de vitamina A, potasio y fibra. Contiene carotenoides, principalmente criptoxantina, que pueden posiblemente aliviar la artritis reumatoide.
Berro
Además de aportar una dosis importante de vitamina C, destaca la cantidad de vitamina A, K y B9.
Col de Bruselas
Destaca por ser muy rica en fibra, minerales, vitaminas e hidratos de carbono. Entre los minerales prevalece el potasio, yodo y magnesio. Y entre las vitaminas, además de la C, algunas del grupo B (B1, B2 y B3).
Pimiento
Los pimientos, en especial los pimientos rojos maduros, constituyen una excelente fuente de vitamina C, llegando a superar a los cítricos y es uno de los alimentos con más proporción de vitamina C de uso común en todo el mundo. El pimiento rojo es la versión madura del verde, pero tiene el doble de vitamina C y once veces más betacaroteno. También es una fuente importante de vitamina B, flavanoides y capsaicinoides, fitoquímicos que ayudan a reducir las inflamaciones.
Perejil
Además de una importante dosis de vitamina C, también proporciona yodina, hierro y muchos otros minerales. Por su actividad fitoestrogénica se apunta que podría conferir propiedades anticancerígenas. En Turquía se usa como planta medicinal para tratar la diabetes y para mejorar el aliento.
Grosella negra
Tiene cuatro veces más vitamina C que la naranja. Cien gramos de esta fruta contiene hasta 200 mg de esta vitamina. También es una importante fuente de potasio, fósforo y hierro.
Guayaba
El nutriente por excelencia de la guayaba es la vitamina C. Es seis veces superior a la naranja. En menor medida, pero en cantidades relevantes, también contiene vitamina A y vitaminas del complejo B como la tiamina (B1), riboflamina (B2) y niacina (B3). Fuente