Alimentación de otoño para los niños con las mandarinas clementinas online - MandarinasSanz.com

Qué comer en otoño? Naranjas, mandarinas y limones

 La llegada del otoño es un cambio radical en la vida de los niños pues también coincide con el regreso al colegio y a la rutina diaria. De hecho, esta nueva etapa implica un desgaste físico y psicológico mayor que el verano ya que cada día está lleno de actividades. Por eso, es fundamental introducir algunos cambios en la alimentación del niño de manera que este pueda tener toda la energía que necesita para crecer.

 

Los alimentos de otoño

Sin embargo, no se trata simplemente de comer más sino de elegir los alimentos más saludables, que no solo le proporcionen energía sino que también le ayuden a prevenir los problemas de salud propios del otoño, como la gripe y los resfriados.
Tres alimentos que no deben faltar en la dieta otoñal de los niños.

1. Frutas. Durante el otoño las frutas deben continuar formando parte del menú cotidiano. De hecho, en esta temporada comienzan a brillar las naranjas, mandarinas, granadas y uvas, que son ricas en vitamina C, la cual ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y protege al niño de los resfriados. También se debe apostar por las manzanas y peras, fundamentalmente en el desayuno y las meriendas, ya que son una fuente natural de azúcar que proporciona energía rápida que el niño puede utilizar.
2. Verduras. Con la llegada del otoño las verduras como la col de Bruselas, la coliflor, la alcachofa, el calabacín y la berenjena adquieren protagonismo. Lo mejor de todo es que se trata de alimentos muy versátiles que se pueden cocinar lo mismo al vapor que salteadas, a la plancha, hervidas o como guarnición de otros platos por lo que no será difícil que hasta los pequeños más renuentes a estos sabores se animen a probarlos. Además, las verduras son ricas en vitaminas del grupo B y minerales como el yodo, el calcio y el hierro, que fortalecen las defensas del organismo.
3. Legumbres. Las lentejas son las legumbres por excelencia del otoño, aunque también es común encontrar arvejas, garbanzos y judías. De hecho, se trata de una opción excelente para que los niños reciban las proteínas que necesitan y asegurarse de que tienen un menú equilibrado cada día. No debes olvidar que las legumbres también son una fuente rica en hierro y ácido fólico, dos compuestos imprescindibles para el crecimiento.

Cuidado con los frutos secos
El otoño es la época por excelencia de los frutos secos. Las castañas, almendras, cacahuetes y nueces son comunes y están presentes prácticamente en todas las casas. De hecho, son una excelente alternativa para el menú otoñal ya que brindan mucha energía y son ricas en vitaminas, proteínas y minerales. Además, son una fuente abundante de fibra y grasa vegetal por lo que ayudan a prevenir las enfermedades gastrointestinales que son tan comunes en esta temporada.
Sin embargo, también se debe tener mucho cuidado ya que los frutos secos son muy peligrosos, sobre todo para los niños menores de cinco años ya que sus muelas aún no tienen la capacidad para triturarlos adecuadamente y por eso, en ocasiones pueden pasar de la boca a las vías respiratorias. Cuando el fruto seco termina en el pulmón provoca un cuadro de asfixia inmediata que puede llegar a ser mortal. De hecho, se estima que más del 70% de los casos que llegan a urgencias debido a la aspiración de cuerpos extraños, se deben precisamente a los frutos secos.
Por eso, hasta que el niño no sea capaz de comer estos alimentos sin ningún tipo de peligro, lo más recomendable es que los tritures en forma de harina para mezclarlos con otros cereales, preparar papillas o incluirlos en otras recetas. Fuente

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