La producción de limones aumenta un 20% en detrimento de la naranja. Comprar naranjas
Asaja espera una gran campaña de cítricos en Europa al beneficiarse de las restricciones impuestas a Rusia por el conflicto ucraniano. Comprar árboles
El cultivo del limón vuelve a estar en auge después de unos años en
la penumbra. Los ciclos por los que pasa la agricultura favorecen que
ahora este cítrico se venda con mayor disponibilidad que la naranja, que
cada día cuenta con más competidores. Desde la Asociación de Jóvenes
Agricultores de la Provincia de Alicante (Asaja) se augura que el
mercado del limón va tener un pronunciada curva de rentabilidad, prueba
de ello es que esta campaña se cuenta con una producción que aumenta un
20% con respecto a otros años.
Los frutos amarillos están en auge esta temporada sobre todo por el
veto y las restricciones que la Unión Europea ha impuesto a Rusia. Como
explica el presidente de Asaja, «los turcos se han centrado en vender a
Rusia porque está muy cerca de ellos y nos han dejado todo el mercado
europeo a nosotros». Por ello se prevé que se puedan mantener unos
precios competitivos durante los próximos meses.
En la actualidad el limón se vende entre 22 y 30 céntimos por kilo, pero una vez comience la temporada alta se espera que no se baje de los 30 céntimos por kilo. Incluso las ventas a las empresas que los usan para el zumo se mantienen en 20 céntimos por kilo. Comprar mandarinas
Los limoneros eran hasta hace pocos años árboles que se arrancaban para plantar otras variedades. Un proceso que se ha revertido puesto que el fruto se ha situado unos precios más competitivos. Así es como ha aumentado la producción, pero también porque «se planta un patrón macrófilo que es mucho más vigoroso que los de hace años». En este sentido, los pies de los árboles se convierten en tres años en un ejemplar adulto y la producción se obtiene mucho antes que hace una década cuando había que esperar al menos cinco años para que un ejemplar pudiera ser rentable. Aniorte destaca que «las primeras campañas no tiene la misma calidad que un árbol maduro pero se pueden vender bien las piezas».
El auge de los cítricos también lo comparten las mandarinas porque se han conseguido variedades muy apetecibles para el consumidor. Los precios oscilan entre los 50 y los 80 céntimos, muy por encima de las naranjas. Así es como los regantes han modificado parte de sus producciones en la huerta de Orihuela, San Miguel de Salinas, La Murada o La Matanza entre otras. Asaja calculó en el 2012 que la superficie cultivada de naranjas dulces era más de 10.000 hectáreas en la comarca mientras que limones habían solo 8.700 hectáreas. Estos datos han cambiado al igual que el número de huertos destinados a las mandarinas, para las que se estima que existen más de las 2.800 censadas en las últimas auditorías.
El descenso del reinado de la naranja también lo comparte el sindicato de agricultores de La Unión, que considera que los mercados prefieren la fruta como la mandarina porque «se puede comer mejor, se pela de manera más cómoda y es una pieza por persona», destaca el portavoz, José Manuel Pamies.
En este caso se piensa que la gran cantidad de naranja que hay en la actualidad ha obligado a depreciar este fruto llegando incluso a los 15 céntimos por kilo. «El frío ha tardado en llegar y los huertos que esperaban las naranjas más tempranas se solapan con los que estaban plantados para la temporada».
La Unión también espera que el limón Berna salve a muchos agricultores que han recibido las últimas lluvias de muy buen agrado tras muchos meses de sequía. Fuente
En la actualidad el limón se vende entre 22 y 30 céntimos por kilo, pero una vez comience la temporada alta se espera que no se baje de los 30 céntimos por kilo. Incluso las ventas a las empresas que los usan para el zumo se mantienen en 20 céntimos por kilo. Comprar mandarinas
Los limoneros eran hasta hace pocos años árboles que se arrancaban para plantar otras variedades. Un proceso que se ha revertido puesto que el fruto se ha situado unos precios más competitivos. Así es como ha aumentado la producción, pero también porque «se planta un patrón macrófilo que es mucho más vigoroso que los de hace años». En este sentido, los pies de los árboles se convierten en tres años en un ejemplar adulto y la producción se obtiene mucho antes que hace una década cuando había que esperar al menos cinco años para que un ejemplar pudiera ser rentable. Aniorte destaca que «las primeras campañas no tiene la misma calidad que un árbol maduro pero se pueden vender bien las piezas».
El auge de los cítricos también lo comparten las mandarinas porque se han conseguido variedades muy apetecibles para el consumidor. Los precios oscilan entre los 50 y los 80 céntimos, muy por encima de las naranjas. Así es como los regantes han modificado parte de sus producciones en la huerta de Orihuela, San Miguel de Salinas, La Murada o La Matanza entre otras. Asaja calculó en el 2012 que la superficie cultivada de naranjas dulces era más de 10.000 hectáreas en la comarca mientras que limones habían solo 8.700 hectáreas. Estos datos han cambiado al igual que el número de huertos destinados a las mandarinas, para las que se estima que existen más de las 2.800 censadas en las últimas auditorías.
El descenso del reinado de la naranja también lo comparte el sindicato de agricultores de La Unión, que considera que los mercados prefieren la fruta como la mandarina porque «se puede comer mejor, se pela de manera más cómoda y es una pieza por persona», destaca el portavoz, José Manuel Pamies.
En este caso se piensa que la gran cantidad de naranja que hay en la actualidad ha obligado a depreciar este fruto llegando incluso a los 15 céntimos por kilo. «El frío ha tardado en llegar y los huertos que esperaban las naranjas más tempranas se solapan con los que estaban plantados para la temporada».
La Unión también espera que el limón Berna salve a muchos agricultores que han recibido las últimas lluvias de muy buen agrado tras muchos meses de sequía. Fuente
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