EL POMELO ROJO NATURAL.
El pomelo es, además de un sabroso cítrico, un alimento talismán de las dietas de adelgazamiento al que se han atribuido todo tipo de efectos. Razones no faltan. Tiene, entre otros nutrientes, una cantidad elevada de vitamina C, de ácido fólico, de minerales y fibra. A lo anterior hay que añadir dosis mínimas de grasas y unas inofensivas 35 kcal cada 100 g. Ahora bien, su composición no es básicamente distinta a la de otros cítricos.
De hecho, entre un pomelo y una naranja no hay tantas diferencias, pero el primero siempre se ha considerado mucho más adelgazante. Tanta ha llegado a ser su popularidad en este terreno que durante un tiempo se creyó que el pomelo quemaba la grasa. Por desgracia, no existe de momento ningún alimento que queme las grasas.
Un aspecto mucho más desconocido es que la ingestión de zumo de pomelo puede variar los efectos de algunos medicamentos; incluso aunque se tomen con una diferencia de cierto tiempo con esta fruta. La causa radica en que el pomelo inhibe la actividad del citocromo 450 de la pared intestinal que interviene en la metabolización de ciertos medicamentos, de manera que sus niveles pueden aumentar.
Las famosas estatinas, fármacos habituales contra la hipercolesterolemia, son un ejemplo. Pero la lista es mucho más larga. O sea que incluso un inocente pomelo puede dar sorpresas. Fuente
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